Concurso ANID del Ministerio de Ciencia es destacado por la OCDE como ejemplo de innovación pública
En julio de 2021, la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) del MinCiencia, lanzó una nueva herramienta que permite apoyar proyectos disruptivos, novedosos y con un alto impacto en la calidad de vida de las personas.
08 Febrero 2023
Se trata de la iniciativa diseñada por la Agencia Nacional de Investigación (ANID) del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, que busca contribuir al desarrollo y consolidación de la investigación científico-tecnológica disruptiva, novedosa, de gran incertidumbre y con un alto potencial transformador, a través de proyectos, en todas las áreas del conocimiento. A este concurso, postulan duplas de investigadores/as, porque se apuesta a la colaboración entre científicos con trayectoria, autonomía y capacidad de resiliencia, así se asegura el desarrollo y conducción de un trabajo de estas características.
La propuesta chilena fue destacada por el Observatorio para la Innovación en el Sector Público de la OCDE (OPSI, en inglés), en el marco del Congreso 2022 Call for Innovations in Government. En esta versión, se presentaron más de 1.084 propuestas provenientes de 250 países y este Concurso de ANID fue seleccionado junto a otras 93 ideas innovadoras.
Para la ministra de Ciencia, Silvia Díaz, “esta selección internacional nos llena de orgullo, porque como gobierno nos hemos comprometido a impulsar y promover iniciativas que favorezcan el desarrollo del país y nadie puede quedar fuera de este desafío. Este es un espacio para aquellos proyectos con ideas muy interesantes, pero con metodologías o planteamientos arriesgados y poco convencionales, que son descartados en el proceso de evaluación tradicional. Desde ahí podemos encontrar soluciones transformadoras y de alto impacto para problemas tanto complejos como cotidianos pero, también, impulsar miradas innovadoras en el desarrollo de la CTCI”, indicó.
La subsecretaria de Ciencia, Carolina Gainza, destacó la importancia de este reconocimiento que “permite avanzar hacia la exploración de las fronteras del conocimiento que es el objetivo de estas iniciativas, ayuda a empujar los límites en todas las áreas del conocimiento y así investigar temas sobre los cuales no nos hacemos preguntas”. “El conocimiento crece a partir de nuevos descubrimientos, de la creación de nuevos conceptos y teorías y ese es precisamente el objetivo de los proyectos de exploración e investigación”, agregó.
Esta convocatoria, lanzada como piloto durante julio de 2022, se estructuró bajo cuatro principios que le dieron el un sello distintivo, respecto de otros instrumentos actualmente disponibles, como: alta novedad científica, con planteamientos e ideas precursoras, que puedan aportar nuevos paradigmas; incertidumbre, con propuestas que requieren ser abordadas con procesos y metodologías altamente novedosas o poco convencionales; potencial transformador: posibilidad de crear resultados significativos, con impacto que modifique de manera importante el estado de un campo de estudio, ampliando la frontera del conocimiento; y alta retribución pudiendo generar efectos positivos en el ámbito social, económico, cultural, artístico, ambiental, tecnológico, sanitario u otros, que puedan lograr impactos locales, nacionales o internacionales, y observables en el corto, mediano o largo plazo.
ALGUNOS EJEMPLOS
En la primera versión de este concurso, participaron 250 proyectos y 30 de ellos fueron seleccionados. Entre ellos, destaca un proyecto que pretende desarrollar un modelo de investigación interdisciplinar para reconstruir sitios arqueológicos con arte rupestre de alto valor estético y que reúne a investigadores del área de arqueología, sociología, historia y un compositor musical.
Otra iniciativa que es parte de esta nueva línea de concursos, es el diseño arquitectónico y la construcción de bloques impresos en 3D para viviendas basadas en la sustentabilidad, integración cultural y bienestar de las personas.
En el área de la biología, también se plantea la posibilidad de desarrollar microorganismos transportadores de oxígeno, diferentes de los glóbulos rojos (eritrocitos): células fotosintéticas. La propuesta de este proyecto es intervenir una cianobacteria, agregarle una proteína transportadora de oxígeno, y convertirla en una célula fotosintética que capture y transporte este gas al sistema vascular de tejidos y órganos. Desde una perspectiva clínica, contribuirá al desarrollo de nuevas terapias para el tratamiento de afecciones relacionadas con la hipoxia, heridas crónicas, insuficiencia cardiovascular y resistencia tumoral.