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Jornada de Ciencia Asociativa abordó la importancia del trabajo colaborativo y transdisciplinar para impulsar el desarrollo de las ciencias con pertinencia territorial

Durante el evento se presentaron casos de trabajo asociativo exitosos, se entregó información de las diferentes fuentes de financiamiento y se realizaron dinámicas para conectar a los diversos equipos de trabajo pertenecientes al ecosistema de ciencia, tecnología e innovación de la región.

19 Agosto 2024

Organizada por la Seremi de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de la Macrozona Austral, la Primera Jornada de Ciencia Asociativa realizada el martes pasado reunió a académicos, docentes, investigadores, innovadores y otros actores y actrices relacionadas al área de la CTCI para conversar sobre la relevancia y los desafíos de conformar equipos multidisciplinarios en la búsqueda de soluciones amplias e innovadoras, que incluyan diferentes miradas y contribuyan al desarrollo sostenible de la región y el país.

“Nuestro gobierno está comprometido en crear nuevas capacidades de investigación, innovación y emprendimiento en las regiones, para aportar a su desarrollo, descentralizando capacidades y enfrentando nuevos desafíos de una forma sostenible, con un enfoque colaborativo y transdisciplinar”, dijo la seremi de Ciencia de la Macrozona Austral, Verónica Vallejos. Además, enfatizó que ésta es una de las acciones que como institución se van a realizar para impulsar la investigación asociativa y así lograr que “el conocimiento que se genere esté conectado con las necesidades de las personas y del territorio”.

La jornada se dividió en tres bloques. El primero estuvo enfocado en los desafíos locales que enfrenta la CTCI desde la mirada del Gobierno Regional y el Nodo de Ciencia Austral, junto al rol que cumple la ciencia asociativa en las políticas a nivel nacional y los desafíos que se busca resolver mediante su potenciamiento, con la mirada de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) del MinCiencia.

En este contexto, Juan Carlos Aravena, director del Nodo Ciencia Austral, señaló que “es muy importante la oportunidad que ahora estamos teniendo, de conversar, de explorar posibilidades de colaboración con otros actores. Pensamos que en macrozonas como la nuestra donde la masa crítica es pequeña y además en muchos casos se trabaja de forma aislada, esta jornada más el trabajo que están haciendo los nodos y otros actores son iniciativas muy importantes”.

A continuación, se presentaron casos exitosos de centros a nivel regional y nacional que lograron conformar equipos multidisciplinarios y obtener financiamiento para el desarrollo de sus proyectos. Uno de ellos fue el Centro Científico Tecnológico de Valparaíso (CCTVAL), cuyo director, William Brooks, explicó que fue un proceso lento y de aprendizaje, pero lograron consolidarse y ahora se han asociado a reconocidas instituciones internacionales, como el CERN y el Jefferson Lab.

“Cuando se colabora con otros países se le da velocidad al proceso interno, porque hay que estar compitiendo a nivel internacional; necesitamos incorporar capacidades a nuestros ingenieros, investigadores y eso es un proceso de largo plazo, donde hay que desarrollar tecnologías complejas que muchas veces están al borde de la creación de conocimiento y también de desafíos ingenieriles”, expresó el equipo del CCTVAL durante su presentación.

En el último bloque de la jornada, profesionales de la ANID entregaron aspectos técnicos para postular proyectos a los instrumentos de la Subdirección de Centros e Investigación Asociativa, e investigadoras e investigadores con proyectos adjudicados expusieron sobre los beneficios que han percibido al pasar de la ciencia individual a la asociativa y cómo ello ha impactado en su desarrollo.

Uno de los ejemplos fue dado por Julieta Orlando, directora alterna del Instituto Milenio BASE, quien relató la experiencia exitosa de distintos investigadoras e investigadores a nivel nacional que se agruparon para desarrollar un tema específico de investigación, con foco en la biodiversidad de los ecosistemas antárticos y subantárticos.

Orlando aseguró que “la oportunidad que nos da la seremi de la Macrozona Austral de reunirnos con distintos actores del ecosistema científico, no sólo con quienes hacen ciencia, sino también con la gestión, la administración e incluso con la aplicación de los conocimientos que se generan localmente, es una instancia muy importante para generar nuevos lazos, redes y oportunidades de desarrollo al nivel de la región y pensar en nuevos desafíos que podemos ir abordando con vista al futuro”.

En el mismo espacio se presentó la empresa de base científica-tecnológica GDIS SpA, que desde hace algunos años está desarrollando soluciones innovadoras desde la región de Aysén, cuyo equipo presentó otros alcances que otorga la asociatividad. Finalmente, la Red Universitaria Nacional (REUNA), entregó antecedentes sobre la reciente implementación del punto de presencia PoP en Magallanes, que se traduce en una oportunidad para la colaboración nacional e internacional.

Durante el evento también se realizaron diversas dinámicas para facilitar la relación entre los presentes y los diferentes equipos de trabajo pertenecientes al sistema CTCI, con el objetivo de detectar intereses comunes y posibilidades de colaboración que permitan aumentar las postulaciones a fondos concursables, que entre sus requisitos consideren la asociatividad, transdisciplina y pertinencia territorial.